El Pasaje Junín es sin duda uno de los pasajes peatonales más emblemáticos del Centro de Medellín, en gran parte por haber sido el bulevar preferido de la élite de la mitad del siglo XX para ir de compras, almorzar o ir a tomar el ¨algo¨ (como le llamamos en Antioquia a la comida que tomamos entre el almuerzo y la cena y que generalmente está acompañada de cafés, pasteles y otros productos de panadería). 

Clubes, librerías, cafés, tiendas de ropa y joyerías la hacían la zona más exclusiva de la ciudad durante la época, la cual además era escenario de amoríos juveniles, de grupos de amigos que salían del cine o de los paseos de las familias que lo transitaban después de llevar a los niños al matinal, y a lo que todo el mundo en Medellín le llamaba ¨juniniar¨, que era estar haciendo todas esas cosas en Junín.

En su mejor época, se encontraban allí el Hotel Europa, el teatro Junín, el club Unión, la Librería Nueva, el salón Versalles (famoso entre otras cosas por haber recibido la visita de escritores como Jorge Luis Borges, Manuel Mejía Vallejo y Gonzalo Arango) y la Repostería Astor.

Los últimos dos lugares aún se pueden visitar y aunque ya Junín no represente lo que en otras épocas, entre el comercio, las vitrinas y fachadas, y algunos de los sitios más icónicos que aún siguen en pie, todavía se puede además de ¨juniniar¨, reconocer una parte muy importante de la memoria histórica de Medellín.